jueves, 21 de octubre de 2010

Las Ballenas

La primer imagen que nos viene a la mente al oír la palabra ballena es la de un animal grande que vive en el mar. Aunque esto es cierto, existen varias características que distinguen a una ballena de otros animales marinos.
Antiguamente, las ballenas eran consideradas como peces debido a la semejanza de la forma de su cuerpo con la de los tiburones: ambos hidrodinámicos y con aletas. La diferencia más obvia entre el cuerpo de una ballena y el de un pez es comparar sus colas o aletas caudales; la de las ballenas es horizontal y se mueve hacia arriba y abajo mientras que la de los peces es vertical y se mueve de un lado a otro. Otra diferencia notable es que las ballenas no muerden a sus presas sino que filtran su alimento, pero este aspecto lo comentaremos más adelante.
 
Muy cerca de una ballena jorobada
 
En 1758, el biólogo sueco Carlos Linneo identificó a las ballenas como mamíferos; es decir, animales de sangre caliente que respiran aire a través de pulmones y dan a luz a sus crías a las cuales amamantan con leche producida en las glándulas mamarias de la madre. Otras características de morfología externa típicas de los mamíferos no están presentes en las ballenas o son poco evidentes. Por ejemplo presencia de pelo, dientes diferenciados en incisivos, caninos, premolares y molares (heterodoncia), presencia de extremidades anteriores y posteriores, cuello y hombros perceptibles y orejas presentes.

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